sábado, 6 de noviembre de 2010

Carta a la ausencia...

Préstame un poco de la esperanza que te sobre, y regálame algo de tu presencia en mi espacio. No creo estar pidiendo demasiado, sólo lo suficiente para respirar una vez más; sólo lo que necesito para un último aliento. El abismo de mi realidad crece cada día, me pierdo en la locura mientras la vida pasa y ansioso aguardo en las tinieblas de mi desesperanza.
Destellos pasajeros me animan a levantarme e intentar avanzar, pero se apagan antes de encontrar un camino por el cual continuar. Entonces tropiezo, caigo y reniego mi destino. Desearía poder llegar a algún sitio, quisiera pertenecer a algún lugar...
¿Qué es un hombre sin recuerdos? Cascarón vacío, carente de todo valor. Aún así, no puedo evitar sentirme triste al mirar hacia atrás e intento escudarme en el olvido. Las manecillas del reloj avanzan, poco a poco marchitan mi alma, me arrastran inexorablemente y me convierten en un kamikaze dispuesto a estrellarse en la soledad y el vacío.
Impotente me siento, y lucho en una guerra contra el desdén. Mis heridas son condecoraciones que me harán digno de encontrarte. Lágrimas miles he derramado en tu búsqueda al haber creído que te hallé en rostros falsos. Pero aún creo en tí, te pienso siempre y confío en que aparecerás.
Sólo te pido que no sigas tardando tanto, pues me estoy derrumbando de a poco y no sé cuánto podré resistir. Estoy cansado, el mundo se viene encima y lucho con fuerza para seguir en pie.
Pelearé hasta el final, me mantendré sereno; prometí esperarte y cumpliré mi palabra. Si no puedo llegar a verte en esta vida, entonces espero ver tu sonrisa en la próxima. Escribo esta carta para que cuando la leas sepas que una noche no tuve otra manera de seguir adelante, que necesité decirte todas estas palabras aunque no estuvieras aquí. Deseaba poder abrazarte y ver la luz de tus ojos, hubiese dado todo por poner mi cabeza sobre tu regazo para llorar en tu compañía, en vez de sentirme así de miserable.
Este momento no morirá como los demás, se quedará conmigo hasta que pueda compartirlo contigo. Vivirá en estas líneas y permanecerá inmóvil en el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario