sábado, 28 de mayo de 2011

Untitled I

Se agitan los fantasmas, ruge el viento trayendo consigo las voces del pasado mientras me siento a contemplar el borde de lo que llamo "realidad". ¿A qué juega el destino? La ruleta nunca gira a mi favor.
Ilusiones que se suceden unas tras otras, falacia de los sentidos; nada hay más sensato que la locura misma cuando va acompañada de la desesperación. Si estuviera loco, no habría más verdad que la de mis fantasías, pero estando atrapado en esta realidad sólo puedo preguntarme hasta dónde llegará esta ironía que llamamos "vida".
No somos dueños de nosotros mismos, no mientras estamos atraídos por la fuerza de gravedad de otras personas. Esa fuerza que nos arrastra, nos lleva y nos trae; ese poder que al romperse nos deja vagando en un espacio infinito sin un lugar al cual aferrarnos. Somos la colección de los lazos que hemos roto a lo largo de nuestra existencia, somos la eterna destrucción de los demás mientras tratamos de mantener juntos nuestros propios pedazos.
Quizás debamos aprender a ser un poco egoístas, o sólo sea cuestión de practicar el tiro al blanco y empezar a disparar en todas direcciones para ver cuál de esas supuestas oportunidades que pasan sólo una vez podemos derribar. En un universo tan caótico como este pareciera que ese es el método más sensato para que las cosas funcionen, o acaben de descomponerse y se destruyan.
Si al final se regresan los efectos de las cosas que hacemos, entonces me complaceré en ver caer a unos cuantos. Incluso si debo lanzarme para contemplarlos desplomándose asustados hacia las profundidades que conozco tan bien.

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